viernes, 21 de agosto de 2015

Vegetales en un abrir y cerrar de ojos

Ampliá tu repertorio de ensaladas : movilizá el paladar y alegrá la vista con mezclas de hortalizas vistosas y frescas, e ingredientes caprichosos para el paladar. Empleá verduras de raíz y otras de texturas firmes y duras, que formarán combinaciones sabrosas y diferentes.






Nada tan rico y saludable como los vegetales. Una buena ensalada, mezcla de sabores y consistencias diferentes que hagan buen contraste, hecha con imaginación y acompañada con un aliño oportuno, resulta deliciosa al mirar y comer, y ofrece la ventaja de prepararse en un abrir y cerrar de ojos.
Una buena ensalada es un plato de primera clase, y no como algunos creen, un simple acompañamiento para alegrar las sobras del día anterior.





Una ensalada con queso es un buen hábito. A los quesos duros le va mejor una ensalada verde mientras que las verduras de raíz contrastan perfectamente con los quesos suaves y cremosos.




A una ensalada verde le podés agregar :

Trozos de pollo cocido desmenuzados.
Pescado en trozos.
Huevos duros o nueces picadas.
Jamón y arroz cocido frío.
Coliflor o brócoli cocido y fría con un poco de zanahoria.
Remolachas y champignones .




La ensalada griega es un excelente plato. Se mezclan tiras de pimientos, rebanadas de tomates, aceitunas negras y anillos de cebollas. Se aliña con una vinagreta fuerte con ajo picado y se remata con un queso blando cortado en dados.

También podés mezclar paltas y melones en bolitas  con trocitos de pollo cocido. Lo revolvés con un poco de zumo de limón recién exprimido y cubrís con crema líquida fría.




Y si te gusta mucho la palta no dudes en vaciarla y cortar su pulpa en trocitos, mezclar con pollo frío, sazonar con mayonesa, colocar dentro de las medias paltas y servir frío. Si querés en vez de pollo le podés poner mariscos , champignones o palmitos en rodajas




Papas cocidas frías alternadas con un poco de cebolla y huevo duro muy picados rociados de mayonesa líquida y salpicados con perejil.
( Si querés suavizar el sabor de la cebolla:  cortar en aros y sumergir en agua hirviendo. Dejar que se enfríe y  colar y secar bien).









Vinagreta

Poner sal y pimienta en el vinagre para disolverlos, añadir el aceite.
Para una vinagreta a la mostaza, añadir una cucharada de mostaza. Se puede añadir también media cebolla picada muy fina, un diente de ajo picado y una cucharada de finas hierbas (perejil, cebollitas de verdeo, etc )










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